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Preguntas y respuestas sobre el café

Celia Chicharro Miguel. Investigadora Doctorado. Laboratorio de Biopatología. Departamento de Medicina Legal, Psiquiatría y Patología. Universidad Complutense de Madrid. Investigadora del Centro de Estudios Gregorio Marañón.

A nivel mundial, el café es una de las bebidas más populares, con 2.25 mil millones de tazas de café consumidas diariamente (según la Asociación Nacional del Café de los Estados Unidos). En nuestro país, logró hacerse un hueco en el siglo XVIII desbancando el consumo de chocolate. Primero se introdujo en la sobremesa para después pasar a todas las horas del día y de la noche. Decían que despertaba la inteligencia y que se oponía al adormecimiento del vino, constituyendo un papel clave en el siglo de las Luces, símbolo de modernidad e ilustración (Samper, 2019). 

A medida que las tendencias culturales y de consumo evolucionan, se han desarrollado una variedad de opciones de café, desde el café negro tradicional hasta bebidas de café con leche, bebidas frías… Además, la cultura del café ha experimentado un crecimiento significativo con la proliferación de cadenas de cafeterías y la diversidad de bebidas de café disponibles (Raveendran & Murthy, 2022).

¿QUÉ ES REALMENTE EL CAFÉ?

El café es una bebida que se obtiene al preparar granos de café molidos con agua caliente. Los granos de café son las semillas de los frutos del árbol de café. Se trata de una bebida apreciada por su sabor, su aroma y, en muchos casos, por su capacidad para aportar un impulso de energía, debido principalmente al efecto de la cafeína, estimulante del sistema nervioso central que puede aumentar temporalmente la alerta y reducir la sensación de fatiga (Haghighatdoost et al., 2023) . Se ha observado una alta variabilidad en los niveles de cafeína para diferentes alimentos y bebidas dentro del mismo producto debido a que las concentraciones de cafeína en las bebidas de café dependen del proceso de fabricación, del tipo de granos de café utilizados y del tipo de preparación (De Giuseppe, Di Napoli, Granata, Mottolese, & Cena, 2019).

Por otro lado, el café no contiene únicamente cafeína, sino que ya se conocen más de 1000 compuestos que también pueden estar relacionados con los efectos beneficiosos y contribuir a la prevención de ciertas enfermedades, como el ácido clorogénico o el kahweol (Barrea et al., 2023; Surma & Oparil, 2021). De hecho, existe evidencia sobre el café descafeinado y los beneficios similares al café regular, poniendo de relieve que los otros componentes del café además de la cafeína contribuyen a los efectos beneficiosos para la salud (Nieber, 2017). Asimismo, no sólo el café contiene cafeína, sino que otros alimentos y bebidas, como el té, bebidas energéticas e incluso refrescos también cuentan con este compuesto en distintas cantidades. Por lo tanto, es fundamental considerar todas las fuentes de cafeína en la dieta diaria.

¿CUÁNTOS CAFÉS ME PUEDO TOMAR AL DÍA? ¿EXISTEN LÍMITES MÁXIMOS DE CAFEÍNA?

El límite máximo de cafeína al día varía según la fuente y las recomendaciones de salud. La cafeína afecta a las personas de manera diferente, y la tolerancia individual puede variar. Sin embargo, la evidencia científica parece coincidir en que 400 mg de cafeína al día se consideran seguros para la mayoría de los adultos, lo que equivale a 4 tazas de café como máximo, de aproximadamente 240 ml (Barrea et al., 2023; Poole et al., 2017).

¿EL CONSUMO DE CAFÉ SUBE LA TENSIÓN ARTERIAL?

Los estudios enfocados en aclarar la relación entre el consumo de cafeína y la presión arterial no están claros, ya que existen diversos factores que dificultan la interpretación de datos, como la edad o el sexo (variables que afectan a la presión arterial) y la cantidad de cafeína en el café, que puede ser variable (Barrea et al., 2023; Borghi, 2022; De Giuseppe et al., 2019; Haghighatdoost et al., 2023; Mendoza, Sulague, Posas-Mendoza, & Lavie, 2023).

A priori, parece que existe una asociación inversa entre el consumo de café y el riesgo de hipertensión (Haghighatdoost et al., 2023) ya que se ha visto que el consumo moderado y habitual de café no afecta la presión arterial en la mayoría de las personas (O’Keefe et al., 2013), incluidas aquellas con hipertensión arterial (Surma & Oparil, 2021). Al contrario, sucede con la administración aguda de café en personas no habituadas, ya que puede inducir un aumento de la presión arterial (Borghi, 2022).

¿EN QUÉ GRUPOS DE POBLACIÓN ESTÁ LIMITADO O RESTRINGIDO EL CONSUMO DE CAFÉ?

Para ciertas poblaciones, como las mujeres embarazadas, las personas con trastornos del ritmo cardíaco, los trastornos de ansiedad o sensibilidades individuales a la cafeína, es posible que se recomiende un límite inferior de consumo o evitar la cafeína por completo. Para niños y adolescentes, se recomienda un consumo de cafeína aún menor (sin datos numéricos establecidos), ya que sus sistemas pueden ser más sensibles.

¿CAFÉ NATURAL O CAFÉ TOSTADO?

Para poder elegir entre el café natural o el café tostado, debemos conocer que la composición del café depende de varios factores (Surma & Oparil, 2021):

Tipo de café: por ejemplo, Coffea arabica o Coffea canephora, que a su vez difieren en composición química, sabor y aroma de la bebida. Así, la variedad arabica es superior organolépticamente, lo que encarece su precio.

Método de producción: se refiere a la diferencia entre el procesado del café de “tueste” natural o el café tostado torrefacto. En el primer caso, los granos de café crudos se secan directamente bajo el sol o en secadoras mecánicas con la pulpa intacta (la capa exterior del fruto), que después es retirada. Después, se tuestan sin añadir ningún ingrediente adicional. En el segundo caso, después de que los granos de café natural se sequen y se retire la pulpa, se añade azúcar antes del tostado, confiriéndole un color oscuro debido a la caramelización del café al tostarse. Aunque el proceso de tostado es clave para la producción de los compuestos aromáticos, también puede producir compuestos tóxicos, como la acrilamida. En este sentido, actualmente la industria está tratando de minimizar la aparición de dichos compuestos mediante técnicas innovadoras (Barrea et al., 2023).

Método de preparación: las formas más comunes son el hervido (infusión) y el preparado a presión (expreso). Mientras que el hervido produce un café con una capa de espuma en la superficie y un sedimento depositado en el fondo de la taza (denominado comúnmente como “poso), el expresso emplea granos de café tostados y molidos, que, ayudados de la presión de la maquina se filtra una cantidad limitada de agua caliente a través de una torta de café molido para producir una bebida concentrada y espumosa.

En este sentido, la elección entre café natural y café tostado dependerá de las preferencias personales en cuanto a sabor y aroma, así como de la respuesta del organismo a cada tipo de café. Sin embargo, el café natural al no sufrir el proceso de tostado se encuentra libre de compuestos tóxicos.

CONCLUSIÓN

El consumo de café se ha asociado con varios posibles beneficios para la salud, y existe una amplia literatura científica que aborda estos temas. No obstante, la relación entre el café, la cafeína y la salud es un campo de estudio en constante evolución, y los resultados pueden variar según la cantidad de café o cafeína consumida, la genética individual y otros factores. Es importante recordar que los efectos pueden variar según la cantidad y la calidad del café consumido, así como las diferencias individuales.

BIBLIOGRAFÍA:

Samper, M. Á. P. (2019). Comer y beber: una historia de la alimentación en España. Ediciones Cátedra.

Barrea, L., Pugliese, G., Frias-Toral, E., El Ghoch, M., Castellucci, B., Chapela, S. P., … Muscogiuri, G. (2023). Coffee consumption, health benefits and side effects: a narrative review and update for dietitians and nutritionists. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 63(9), 1238–1261. doi: 10.1080/10408398.2021.1963207

Borghi, C. (2022). Coffee and blood pressure: exciting news! Blood Pressure, 31(1), 284–287. doi: 10.1080/08037051.2022.2136621

De Giuseppe, R., Di Napoli, I., Granata, F., Mottolese, A., & Cena, H. (2019). Caffeine and blood pressure: A critical review perspective. Nutrition Research Reviews, 32(2), 169–175. doi: 10.1017/S0954422419000015

Haghighatdoost, F., Hajihashemi, P., de Sousa Romeiro, A. M., Mohammadifard, N., Sarrafzadegan, N., de Oliveira, C., & Silveira, E. A. (2023). Coffee Consumption and Risk of Hypertension in Adults: Systematic Review and Meta-Analysis. Nutrients, 15(13), 1–14. doi: 10.3390/nu15133060

Mendoza, M. F., Sulague, R. M., Posas-Mendoza, T., & Lavie, C. J. (2023). Impact of Coffee Consumption on Cardiovascular Health. Ochsner Journal, 23(2), 152–158. doi: 10.31486/toj.22.0073

Nieber, K. (2017). The Impact of Coffee on Health Author Pharmacokinetics and Mode of Action Bioactive Components in Coffee. Planta Med, 83(1), 1256–1263.

O’Keefe, J. H., Bhatti, S. K., Patil, H. R., Dinicolantonio, J. J., Lucan, S. C., & Lavie, C. J. (2013). Effects of habitual coffee consumption on cardiometabolic disease, cardiovascular health, and all-cause mortality. Journal of the American College of Cardiology, 62(12), 1043–1051. doi: 10.1016/j.jacc.2013.06.035

Poole, R., Kennedy, O. J., Roderick, P., Fallowfield, J. A., Hayes, P. C., & Parkes, J. (2017). Coffee consumption and health: umbrella review of meta-analyses of multiple health outcomes. BMJ (Clinical Research Ed.), 359, j5024. doi: 10.1136/bmj.j5024

Raveendran, A., & Murthy, P. S. (2022). New trends in specialty coffees – “the digested coffees.” Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 62(17), 4622–4628. doi: 10.1080/10408398.2021.1877111

Surma, S., & Oparil, S. (2021). Coffee and Arterial Hypertension. Current Hypertension Reports, 23(7). doi: 10.1007/s11906-021-01156-3

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Preguntas y respuestas sobre el café

Celia Chicharro Miguel. Investigadora Doctorado. Laboratorio de Biopatología. Departamento de Medicina Legal, Psiquiatría y Patología. Universidad Complutense de Madrid. Investigadora del Centro de Estudios Gregorio Marañón.

A nivel mundial, el café es una de las bebidas más populares, con 2.25 mil millones de tazas de café consumidas diariamente (según la Asociación Nacional del Café de los Estados Unidos). En nuestro país, logró hacerse un hueco en el siglo XVIII desbancando el consumo de chocolate. Primero se introdujo en la sobremesa para después pasar a todas las horas del día y de la noche. Decían que despertaba la inteligencia y que se oponía al adormecimiento del vino, constituyendo un papel clave en el siglo de las Luces, símbolo de modernidad e ilustración (Samper, 2019). 

A medida que las tendencias culturales y de consumo evolucionan, se han desarrollado una variedad de opciones de café, desde el café negro tradicional hasta bebidas de café con leche, bebidas frías… Además, la cultura del café ha experimentado un crecimiento significativo con la proliferación de cadenas de cafeterías y la diversidad de bebidas de café disponibles (Raveendran & Murthy, 2022).

¿QUÉ ES REALMENTE EL CAFÉ?

El café es una bebida que se obtiene al preparar granos de café molidos con agua caliente. Los granos de café son las semillas de los frutos del árbol de café. Se trata de una bebida apreciada por su sabor, su aroma y, en muchos casos, por su capacidad para aportar un impulso de energía, debido principalmente al efecto de la cafeína, estimulante del sistema nervioso central que puede aumentar temporalmente la alerta y reducir la sensación de fatiga (Haghighatdoost et al., 2023) . Se ha observado una alta variabilidad en los niveles de cafeína para diferentes alimentos y bebidas dentro del mismo producto debido a que las concentraciones de cafeína en las bebidas de café dependen del proceso de fabricación, del tipo de granos de café utilizados y del tipo de preparación (De Giuseppe, Di Napoli, Granata, Mottolese, & Cena, 2019).

Por otro lado, el café no contiene únicamente cafeína, sino que ya se conocen más de 1000 compuestos que también pueden estar relacionados con los efectos beneficiosos y contribuir a la prevención de ciertas enfermedades, como el ácido clorogénico o el kahweol (Barrea et al., 2023; Surma & Oparil, 2021). De hecho, existe evidencia sobre el café descafeinado y los beneficios similares al café regular, poniendo de relieve que los otros componentes del café además de la cafeína contribuyen a los efectos beneficiosos para la salud (Nieber, 2017). Asimismo, no sólo el café contiene cafeína, sino que otros alimentos y bebidas, como el té, bebidas energéticas e incluso refrescos también cuentan con este compuesto en distintas cantidades. Por lo tanto, es fundamental considerar todas las fuentes de cafeína en la dieta diaria.

¿CUÁNTOS CAFÉS ME PUEDO TOMAR AL DÍA? ¿EXISTEN LÍMITES MÁXIMOS DE CAFEÍNA?

El límite máximo de cafeína al día varía según la fuente y las recomendaciones de salud. La cafeína afecta a las personas de manera diferente, y la tolerancia individual puede variar. Sin embargo, la evidencia científica parece coincidir en que 400 mg de cafeína al día se consideran seguros para la mayoría de los adultos, lo que equivale a 4 tazas de café como máximo, de aproximadamente 240 ml (Barrea et al., 2023; Poole et al., 2017).

¿EL CONSUMO DE CAFÉ SUBE LA TENSIÓN ARTERIAL?

Los estudios enfocados en aclarar la relación entre el consumo de cafeína y la presión arterial no están claros, ya que existen diversos factores que dificultan la interpretación de datos, como la edad o el sexo (variables que afectan a la presión arterial) y la cantidad de cafeína en el café, que puede ser variable (Barrea et al., 2023; Borghi, 2022; De Giuseppe et al., 2019; Haghighatdoost et al., 2023; Mendoza, Sulague, Posas-Mendoza, & Lavie, 2023).

A priori, parece que existe una asociación inversa entre el consumo de café y el riesgo de hipertensión (Haghighatdoost et al., 2023) ya que se ha visto que el consumo moderado y habitual de café no afecta la presión arterial en la mayoría de las personas (O’Keefe et al., 2013), incluidas aquellas con hipertensión arterial (Surma & Oparil, 2021). Al contrario, sucede con la administración aguda de café en personas no habituadas, ya que puede inducir un aumento de la presión arterial (Borghi, 2022).

¿EN QUÉ GRUPOS DE POBLACIÓN ESTÁ LIMITADO O RESTRINGIDO EL CONSUMO DE CAFÉ?

Para ciertas poblaciones, como las mujeres embarazadas, las personas con trastornos del ritmo cardíaco, los trastornos de ansiedad o sensibilidades individuales a la cafeína, es posible que se recomiende un límite inferior de consumo o evitar la cafeína por completo. Para niños y adolescentes, se recomienda un consumo de cafeína aún menor (sin datos numéricos establecidos), ya que sus sistemas pueden ser más sensibles.

¿CAFÉ NATURAL O CAFÉ TOSTADO?

Para poder elegir entre el café natural o el café tostado, debemos conocer que la composición del café depende de varios factores (Surma & Oparil, 2021):

Tipo de café: por ejemplo, Coffea arabica o Coffea canephora, que a su vez difieren en composición química, sabor y aroma de la bebida. Así, la variedad arabica es superior organolépticamente, lo que encarece su precio.

Método de producción: se refiere a la diferencia entre el procesado del café de “tueste” natural o el café tostado torrefacto. En el primer caso, los granos de café crudos se secan directamente bajo el sol o en secadoras mecánicas con la pulpa intacta (la capa exterior del fruto), que después es retirada. Después, se tuestan sin añadir ningún ingrediente adicional. En el segundo caso, después de que los granos de café natural se sequen y se retire la pulpa, se añade azúcar antes del tostado, confiriéndole un color oscuro debido a la caramelización del café al tostarse. Aunque el proceso de tostado es clave para la producción de los compuestos aromáticos, también puede producir compuestos tóxicos, como la acrilamida. En este sentido, actualmente la industria está tratando de minimizar la aparición de dichos compuestos mediante técnicas innovadoras (Barrea et al., 2023).

Método de preparación: las formas más comunes son el hervido (infusión) y el preparado a presión (expreso). Mientras que el hervido produce un café con una capa de espuma en la superficie y un sedimento depositado en el fondo de la taza (denominado comúnmente como “poso), el expresso emplea granos de café tostados y molidos, que, ayudados de la presión de la maquina se filtra una cantidad limitada de agua caliente a través de una torta de café molido para producir una bebida concentrada y espumosa.

En este sentido, la elección entre café natural y café tostado dependerá de las preferencias personales en cuanto a sabor y aroma, así como de la respuesta del organismo a cada tipo de café. Sin embargo, el café natural al no sufrir el proceso de tostado se encuentra libre de compuestos tóxicos.

CONCLUSIÓN

El consumo de café se ha asociado con varios posibles beneficios para la salud, y existe una amplia literatura científica que aborda estos temas. No obstante, la relación entre el café, la cafeína y la salud es un campo de estudio en constante evolución, y los resultados pueden variar según la cantidad de café o cafeína consumida, la genética individual y otros factores. Es importante recordar que los efectos pueden variar según la cantidad y la calidad del café consumido, así como las diferencias individuales.

BIBLIOGRAFÍA:

Samper, M. Á. P. (2019). Comer y beber: una historia de la alimentación en España. Ediciones Cátedra.

Barrea, L., Pugliese, G., Frias-Toral, E., El Ghoch, M., Castellucci, B., Chapela, S. P., … Muscogiuri, G. (2023). Coffee consumption, health benefits and side effects: a narrative review and update for dietitians and nutritionists. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 63(9), 1238–1261. doi: 10.1080/10408398.2021.1963207

Borghi, C. (2022). Coffee and blood pressure: exciting news! Blood Pressure, 31(1), 284–287. doi: 10.1080/08037051.2022.2136621

De Giuseppe, R., Di Napoli, I., Granata, F., Mottolese, A., & Cena, H. (2019). Caffeine and blood pressure: A critical review perspective. Nutrition Research Reviews, 32(2), 169–175. doi: 10.1017/S0954422419000015

Haghighatdoost, F., Hajihashemi, P., de Sousa Romeiro, A. M., Mohammadifard, N., Sarrafzadegan, N., de Oliveira, C., & Silveira, E. A. (2023). Coffee Consumption and Risk of Hypertension in Adults: Systematic Review and Meta-Analysis. Nutrients, 15(13), 1–14. doi: 10.3390/nu15133060

Mendoza, M. F., Sulague, R. M., Posas-Mendoza, T., & Lavie, C. J. (2023). Impact of Coffee Consumption on Cardiovascular Health. Ochsner Journal, 23(2), 152–158. doi: 10.31486/toj.22.0073

Nieber, K. (2017). The Impact of Coffee on Health Author Pharmacokinetics and Mode of Action Bioactive Components in Coffee. Planta Med, 83(1), 1256–1263.

O’Keefe, J. H., Bhatti, S. K., Patil, H. R., Dinicolantonio, J. J., Lucan, S. C., & Lavie, C. J. (2013). Effects of habitual coffee consumption on cardiometabolic disease, cardiovascular health, and all-cause mortality. Journal of the American College of Cardiology, 62(12), 1043–1051. doi: 10.1016/j.jacc.2013.06.035

Poole, R., Kennedy, O. J., Roderick, P., Fallowfield, J. A., Hayes, P. C., & Parkes, J. (2017). Coffee consumption and health: umbrella review of meta-analyses of multiple health outcomes. BMJ (Clinical Research Ed.), 359, j5024. doi: 10.1136/bmj.j5024

Raveendran, A., & Murthy, P. S. (2022). New trends in specialty coffees – “the digested coffees.” Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 62(17), 4622–4628. doi: 10.1080/10408398.2021.1877111

Surma, S., & Oparil, S. (2021). Coffee and Arterial Hypertension. Current Hypertension Reports, 23(7). doi: 10.1007/s11906-021-01156-3

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