Marcos Olmedilla Sanz.
Miembro del Foro de Lectura y Pensamiento (LECTIO)

Entender la Edad Media como una época oscura en la historia de España es una cuestión que debe ser rápidamente desmentida.

De todos es bien sabido que, acaecido un cambio de gobierno, dinastía o creencia, hay que borrar del conocimiento general las bondades del régimen, dinastía o creencia anteriores.

Cuando la Edad Media tocaba su fin, se produjo un cisma en la cristiandad, una ruptura, la llamada Reforma protestante encabezada por Lutero. Con esta ruptura, el poder religioso se deslocalizaba de Roma para las comunidades reformistas, y lo primero que debía conquistar esta nueva doctrina cristiana era legitimidad; debía esparcirse entre la población convenciendo de ser la creencia verdadera, pero ¿cómo llevarse a cabo?

Uno de los aspectos fundamentales consistió en el desprestigio de la Iglesia Católica, y con ella a su estado más valedor, España. El continente europeo se enfrentó a España construyendo su identidad condenando la nuestra, pues hay que recordar que en esos años la corona hispánica era la regidora del mundo.

Esta persecución a la Iglesia Católica por parte del mundo protestante no se localizó en el tiempo, sino que se propagó en los siglos hasta la actualidad. La Edad Media como época oscura fue promocionada en el siglo XIX cuando se comienza a crear la educación pública. España ya como una nación en decadencia, aceptó de buen grado el libro de Historia que sus vecinos europeos la escribían. Se consiguió con esto no focalizar la atención del alumno en hechos medievales, que podrían ser hitos, tan mayúsculos como la construcción del primer Estado Moderno; se olvidó de explicar la Carga de los tres reyes, en la cual, las coronas de Castilla, Aragón y Navarra combatieron juntas en las Navas de Tolosa (1212). Lejos de que su victoria fuera de gran relevancia, lo que se deja de comprender y desarrollar es que la unión de esos tres reyes auguraba la unión de la Corona, pues los reinos cristianos peninsulares forjaban su identidad común contra el Islam. Que la constitución del primer Estado Moderno se realizara frente a un enemigo no es ni bueno ni malo, es una realidad histórica que se repite de forma constante.

En esta línea, Alfonso X, el rey Sabio, se conoce por su labor en la Escuela de Traductores de Toledo: ensalzando su magnanimidad con judíos y musulmanes. Sin embargo, se pasa por alto que Alfonso X fue requerido para la corona del sacro imperio romano, es decir, para ser el emperador del continente, lo que se denominó el fecho del imperio. De igual modo, hay que comprender que fue Alfonso X quien impulsó la tecnología más importante que ha dado Castilla: el castellano, que desembocaría en el idioma español. Se impulsó el castellano para que los naturales entendieran la promoción de las nuevas leyes, ya que antiguamente se escribían en latín. Una realidad resultante de esta tecnología fue la obra literaria aurisecular, con Don Quijote a la cabeza. España fue el Estado que desarrolló la literatura como no se ha podido volver a observar. Por este motivo, en la actualidad, los estudios literarios son sustituidos de los programas docentes en favor de “estudios culturales”, que nada tienen que ver con la literatura.

Por último, y sin querer hacer pesado este breve corolario, señalaremos algunos pequeños detalles de la Edad Media española y en qué desembocaron.

En el siglo XIII se fundaron las primeras universidades en Castilla, a saber, la Universidad de Salamanca y la de Palencia. Fue en la Universidad de Salamanca en el siglo XVI donde se desarrolló el calendario gregoriano, el actual, dejando obsoleto el calendario juliano. A guion seguido, fue en esta misma universidad donde Francisco de Vitoria dio los primeros pasos en lo que años más tarde se denominaría el derecho internacional. Además, Francisco Suárez, en Segovia, modernizó la filosofía medieval sistematizando las teorías aristotélicas y tomistas.

A modo de anécdota, hablar del señor Lucas Vázquez de Ayllón, natural de Toledo pero con ascendencia de esta localidad. Vázquez de Ayllón fue un militar que participó en la Conquista de América interviniendo en favor de Hernán Cortés frente a la traición que planeaba Pánfilo de Narváez.

Respecto a la Conquista, hay que señalar que no fue cosa del azar que España construyera un Imperio. Los españoles controlaron cientos de miles de kilómetros cuadrados en pocos años debido al saber medieval adquirido en la Reconquista: en la que, tratados, alianzas y guerras curtieron al noble, hidalgo y natural español. Esa expansión sin precedentes por el continente americano fue, en gran parte, gracias a los indígenas que apoyaron la aventura española, y es obligatorio señalar que en el Imperio español todos los habitantes de hispanoamérica eran españoles por ley y derecho, no una suerte de aborígenes marginados en reservas por la dominación de imperios coloniales. Con esto se entiende que, la Universidad de México se fundara casi 100 años antes que la prestigiosa Harvard, y como consecuencia de las políticas imperiales españolas, en el siglo XVIII, la ciudad más grande del Occidente fuera la Ciudad de México.

Es azar que España chocara contra América, pero no es casualidad que fuera España la que se topara con el Nuevo Mundo, pues los reinos cristianos medievales peninsulares compusieron el campo de cultivo donde se fraguó el imperio más grande que pobló el mundo hasta la fecha; siendo hegemónico científica, militar, religiosa y artísticamente.

Puede que la Edad Media sea una época oscura para algunos, pero no debería serlo para el español e hispanoamericano.