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Sentido recuerdo de nuestra compañera Ascensión Uña

El pasado 21 de diciembre falleció nuestra querida compañera Ascensión Uña Martín, Asen. Su pérdida ha provocado un vacío que será difícil de llenar. Asen es para todos nosotros un ejemplo por su rigor y buen hacer en su trabajo como archivera y bibliotecaria de la Fundación y, sobre todo, por su generosidad en la ayuda al quehacer de los demás y por cómo afrontó durante años con valor, sin quejarse ni rendirse, las adversidades de la enfermedad.

Nació el 13 de agosto de 1949 en el seno de una familia vinculada desde varias generaciones atrás al mundo de la cultura, de la enseñanza y del reformismo liberal. Uno de sus bisabuelos, Juan Uña Gómez, estuvo entre las personas que junto a Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío fundaron en 1876 la Institución Libre de Enseñanza. Otro bisabuelo de Ascensión fue Manuel Díaz Pedregal, reconocido abogado que, junto a Melquíades Álvarez, fundó en 1912 el Partido Republicano Reformista. El abuelo paterno de Asen, Juan Uña Sarthou, fue uno de los creadores del Instituto de Reformas Sociales.

Ascensión Uña era hija de Carmen Martín Roca y de Guillermo Uña Díaz-Pedregal, que estudió la educación primaria en la Institución Libre de Enseñanza, el bachillerato en el Instituto-Escuela y la carrera de Filosofía y Letras en la prestigiosa Facultad de la Universidad Central en los años de la conocida Escuela de Madrid, la cual tenía al decano Manuel García Morente y al catedrático de Metafísica José Ortega y Gasset como principales referencias intelectuales. No terminó la carrera porque al mismo tiempo había aprobado las oposiciones al cuerpo de archiveros y bibliotecarios del Estado, y fue destinado al Archivo de Simancas. Tras la Guerra Civil, prosiguió su labor de archivero y estudió Derecho, pasando a trabajar en la compañía de seguros La Estrella, de la que fue consejero y director general. También estuvo entre los miembros del consejo de administración de PRISA que fundaron en 1978 el periódico El País.

Con estos antecedentes, no es de extrañar que Asen estudiase en el Colegio Estudio, uno de los pocos focos liberales de la España de los años cincuenta, heredero del mundo institucionista, y que se inclinase por la profesión de archivera y bibliotecaria. Entró a trabajar en la Fundación José Ortega y Gasset en el año 1985 y, tras unos años en que se encargó de poner en funcionamiento la biblioteca del Centro de Estudios Internacionales San Juan de la Penitencia, de Toledo, colaboró estrechamente con la presidenta de la Fundación, Soledad Ortega Spottorno, en la gestión del legado orteguiano. Asen era una de las personas que mejor conocía los fondos del Archivo de José Ortega y Gasset y la bibliografía orteguiana, que cada año publicaba en la Revista de Estudios Orteguianos. Ha sido una documentalista especialmente generosa, por eso todos los investigadores que vienen a la Fundación para estudiar la figura y la obra de José Ortega y Gasset recurrían a su sabiduría para que les orientase sobre qué documentos del Archivo o qué libros y artículos debían consultar para su estudio. Los alumnos del Instituto Universitario también reconocen su labor como bibliotecaria, pues no sólo les facilitaba los libros que le requerían sino que les orientaba en sus búsquedas de información bibliográfica.

Asen estuvo encargada también del proceso de digitalización del Archivo de la Residencia de Señoritas, otro de los importantes fondos documentales que se conserva en la Fundación, y cuya gestión también ha contado con su impronta.

Todos echaremos de menos su distinción, su elegancia, su saber estar, su discreción, su ironía, su forma de ser amiga de sus amigos y su sigilosa pero eficaz dedicación a su trabajo. Manteniendo viva su memoria, conservaremos siempre algo de sus valores en esta institución.

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Sentido recuerdo de nuestra compañera Ascensión Uña

El pasado 21 de diciembre falleció nuestra querida compañera Ascensión Uña Martín, Asen. Su pérdida ha provocado un vacío que será difícil de llenar. Asen es para todos nosotros un ejemplo por su rigor y buen hacer en su trabajo como archivera y bibliotecaria de la Fundación y, sobre todo, por su generosidad en la ayuda al quehacer de los demás y por cómo afrontó durante años con valor, sin quejarse ni rendirse, las adversidades de la enfermedad.

Nació el 13 de agosto de 1949 en el seno de una familia vinculada desde varias generaciones atrás al mundo de la cultura, de la enseñanza y del reformismo liberal. Uno de sus bisabuelos, Juan Uña Gómez, estuvo entre las personas que junto a Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío fundaron en 1876 la Institución Libre de Enseñanza. Otro bisabuelo de Ascensión fue Manuel Díaz Pedregal, reconocido abogado que, junto a Melquíades Álvarez, fundó en 1912 el Partido Republicano Reformista. El abuelo paterno de Asen, Juan Uña Sarthou, fue uno de los creadores del Instituto de Reformas Sociales.

Ascensión Uña era hija de Carmen Martín Roca y de Guillermo Uña Díaz-Pedregal, que estudió la educación primaria en la Institución Libre de Enseñanza, el bachillerato en el Instituto-Escuela y la carrera de Filosofía y Letras en la prestigiosa Facultad de la Universidad Central en los años de la conocida Escuela de Madrid, la cual tenía al decano Manuel García Morente y al catedrático de Metafísica José Ortega y Gasset como principales referencias intelectuales. No terminó la carrera porque al mismo tiempo había aprobado las oposiciones al cuerpo de archiveros y bibliotecarios del Estado, y fue destinado al Archivo de Simancas. Tras la Guerra Civil, prosiguió su labor de archivero y estudió Derecho, pasando a trabajar en la compañía de seguros La Estrella, de la que fue consejero y director general. También estuvo entre los miembros del consejo de administración de PRISA que fundaron en 1978 el periódico El País.

Con estos antecedentes, no es de extrañar que Asen estudiase en el Colegio Estudio, uno de los pocos focos liberales de la España de los años cincuenta, heredero del mundo institucionista, y que se inclinase por la profesión de archivera y bibliotecaria. Entró a trabajar en la Fundación José Ortega y Gasset en el año 1985 y, tras unos años en que se encargó de poner en funcionamiento la biblioteca del Centro de Estudios Internacionales San Juan de la Penitencia, de Toledo, colaboró estrechamente con la presidenta de la Fundación, Soledad Ortega Spottorno, en la gestión del legado orteguiano. Asen era una de las personas que mejor conocía los fondos del Archivo de José Ortega y Gasset y la bibliografía orteguiana, que cada año publicaba en la Revista de Estudios Orteguianos. Ha sido una documentalista especialmente generosa, por eso todos los investigadores que vienen a la Fundación para estudiar la figura y la obra de José Ortega y Gasset recurrían a su sabiduría para que les orientase sobre qué documentos del Archivo o qué libros y artículos debían consultar para su estudio. Los alumnos del Instituto Universitario también reconocen su labor como bibliotecaria, pues no sólo les facilitaba los libros que le requerían sino que les orientaba en sus búsquedas de información bibliográfica.

Asen estuvo encargada también del proceso de digitalización del Archivo de la Residencia de Señoritas, otro de los importantes fondos documentales que se conserva en la Fundación, y cuya gestión también ha contado con su impronta.

Todos echaremos de menos su distinción, su elegancia, su saber estar, su discreción, su ironía, su forma de ser amiga de sus amigos y su sigilosa pero eficaz dedicación a su trabajo. Manteniendo viva su memoria, conservaremos siempre algo de sus valores en esta institución.

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