Música y escena en el Congreso sobre La deshumanización del arte

El 13 de junio se celebró en la Fundación Ortega-Marañón la segunda jornada del Congreso Internacional La deshumanización del arte e Ideas sobre la novela. 100 años después con una variedad de formatos entre los que se encontró una mesa redonda sobre teatro, una conferencia-audición musical y la ponencia de clausura, además de los saludos institucionales por parte de la Fundación y la Comunidad de Madrid.
Tras la bienvenida dada por Ignacio Blanco, director del Centro de Estudios Orteguianos, la jornada empezó con la mesa Escena y sonido, donde se trataron las reflexiones de Ortega sobre la naturaleza del teatro, las influencias de vanguardia, su teoría de la metáfora o sus comentarios sobre música. Moderada por Esmeralda Balaguer, intervinieron como ponentes la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Cristina Oñoro, el ensayista y crítico cultural Juan Ángel Vela del Campo, y el poeta, editor y profesor del Institut d’Humanitats de Barcelona, Andreu Jaume.
Escuchando las ideas de Ortega
El toque musical de la jornada corrió a cargo del filósofo y Catedrático de Estética de la Universidad de Salamanca Antonio Notario, que interpretó la conferencia-audición titulada “Escuchar Musicalia”: una propuesta práctica para leer y escuchar al piano los fragmentos de la crítica musical en los artículos de Ortega y Gasset.
Como primer ejercicio, el profesor Notario invitó a los asistentes, ponentes y participantes a subirse al escenario para una práctica de las escalas musicales que más tarde pasarían al piano. A través del texto de Ortega, se pudieron escuchar sus comentarios sobre Debussy, sobre las comparaciones con Wagner o con Beethoven; sobre la pureza matemática de una fuga de Bach o la confesión íntima en una pieza como el preludio Op. 28, No. 4de Chopin, y los distintos elementos musicales que, precisamente, no son explícitos en el texto orteguiano.
Entre cerrados aplausos, la conferencia culminó con una interpretación de la Nana de Sevilla, en la versión de Federico García Lorca.
Un Master Plan cultural
Con la conferencia de clausura “Maruja Mallo, Ortega y Gasset y Clement Greenberg: entre decir y ver”, la escritora, comisaria y catedrática de la Universidad Complutense Estrella de Diego propuso un recorrido a través de las vanguardias soviéticas y europeas, de los estilos de masas y los elitistas, ilustrando la contradicción esencial de este arte nuevo: el haberse presentado como un arte elevado para las masas, un high-low, y con ello haber empujado una difusión industrial de objetos estéticos, pero plenamente deshumanizados. Impopulares en su época, las obras de las nuevas artes terminan convirtiéndose en objetos omnipresentes y comunes o en bienes excepcionales de incalculable valor. El papel de José Ortega y Gasset en todo ello habría sido la de dinamizador en una red de experimentación y creación cultural que la profesora De Diego considera un “proyecto corporativo” y un “Master Plan” de renacimiento cultural que apostó, aún desde una perspectiva crítica, por un arte renovado, un arte para el futuro.
Misión e ideal de un encuentro
El Congreso finalizó con la intervención de Gregorio Marañón Bertrán de Lis, presidente de la Fundación Ortega-Marañón, que subrayó la necesidad de repensar los cambios de nuestra sociedad contemporánea con el prisma de las ideas de Ortega. A continuación, tomó la palabra Ana Ramírez de Molina, viceconsejera de Universidades, Investigación y Ciencia de la Comunidad de Madrid, quien destacó la apuesta de su institución por los proyectos que estimulan estas iniciativas de investigación y de imaginación, tan necesarias para nuestras sociedades.
La clausura se siguió de una copa de vino español en el jardín de la Fundación Ortega-Marañón, cerrando un encuentro que, en palabras del profesor Ignacio Blanco, manifiesta el espíritu internacional, interdisciplinar e intergeneracional que forma parte del ideal orteguiano de un “proyecto sugestivo de vida en común”.
Música y escena en el Congreso sobre La deshumanización del arte

El 13 de junio se celebró en la Fundación Ortega-Marañón la segunda jornada del Congreso Internacional La deshumanización del arte e Ideas sobre la novela. 100 años después con una variedad de formatos entre los que se encontró una mesa redonda sobre teatro, una conferencia-audición musical y la ponencia de clausura, además de los saludos institucionales por parte de la Fundación y la Comunidad de Madrid.
Tras la bienvenida dada por Ignacio Blanco, director del Centro de Estudios Orteguianos, la jornada empezó con la mesa Escena y sonido, donde se trataron las reflexiones de Ortega sobre la naturaleza del teatro, las influencias de vanguardia, su teoría de la metáfora o sus comentarios sobre música. Moderada por Esmeralda Balaguer, intervinieron como ponentes la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Cristina Oñoro, el ensayista y crítico cultural Juan Ángel Vela del Campo, y el poeta, editor y profesor del Institut d’Humanitats de Barcelona, Andreu Jaume.
Escuchando las ideas de Ortega
El toque musical de la jornada corrió a cargo del filósofo y Catedrático de Estética de la Universidad de Salamanca Antonio Notario, que interpretó la conferencia-audición titulada “Escuchar Musicalia”: una propuesta práctica para leer y escuchar al piano los fragmentos de la crítica musical en los artículos de Ortega y Gasset.
Como primer ejercicio, el profesor Notario invitó a los asistentes, ponentes y participantes a subirse al escenario para una práctica de las escalas musicales que más tarde pasarían al piano. A través del texto de Ortega, se pudieron escuchar sus comentarios sobre Debussy, sobre las comparaciones con Wagner o con Beethoven; sobre la pureza matemática de una fuga de Bach o la confesión íntima en una pieza como el preludio Op. 28, No. 4de Chopin, y los distintos elementos musicales que, precisamente, no son explícitos en el texto orteguiano.
Entre cerrados aplausos, la conferencia culminó con una interpretación de la Nana de Sevilla, en la versión de Federico García Lorca.
Un Master Plan cultural
Con la conferencia de clausura “Maruja Mallo, Ortega y Gasset y Clement Greenberg: entre decir y ver”, la escritora, comisaria y catedrática de la Universidad Complutense Estrella de Diego propuso un recorrido a través de las vanguardias soviéticas y europeas, de los estilos de masas y los elitistas, ilustrando la contradicción esencial de este arte nuevo: el haberse presentado como un arte elevado para las masas, un high-low, y con ello haber empujado una difusión industrial de objetos estéticos, pero plenamente deshumanizados. Impopulares en su época, las obras de las nuevas artes terminan convirtiéndose en objetos omnipresentes y comunes o en bienes excepcionales de incalculable valor. El papel de José Ortega y Gasset en todo ello habría sido la de dinamizador en una red de experimentación y creación cultural que la profesora De Diego considera un “proyecto corporativo” y un “Master Plan” de renacimiento cultural que apostó, aún desde una perspectiva crítica, por un arte renovado, un arte para el futuro.
Misión e ideal de un encuentro
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