El pasado sábado -23 de enero de 2016- falleció en Madrid a la edad de 85 años el prestigioso jurista Francisco Rubio Llorente, ex presidente del Consejo de Estado y ex vicepresidente del Tribunal Constitucional. El profesor Rubio Llorente ha sido también patrono del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, del que ha formado parte como uno de los más destacados referentes intelectuales de la institución.

La noticia de su pérdida ha sido recogida desde el sábado por numerosos e importantes medios de comunicación, que han elogiado su figura y trayectoria con titulares como “Un servidor público” (diario El País); “Referente progresista del constitucionalismo” (diario El Mundo); “Un jurista que deja huella en Europa” (diario ABC); “Un constitucionalista que creaba derecho” (diario Público).

Francisco Rubio Llorente nació en Berlanga de San Fernando (Badajoz) en 1930. Estudió Derecho en las Universidades de Sevilla y Madrid, donde obtuvo el título de Doctor con Premio Extraordinario. Posteriormente, se doctoró en la Universidad de la Sorbona. Su vocación de servicio público fue constante: Cuerpo Técnico de la Administración Civil (hoy Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado), letrado de las Cortes, secretario general del Congreso de los Diputados, siendo asesor de la Ponencia que redactó el anteproyecto de Constitución, director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, magistrado y vicepresidente del Tribunal Constitucional y presidente del Consejo de Estado.

También desarrolló una excelente labor académica e investigadora: catedrático de la Universidad Complutense, director del departamento de Estudios Europeos del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset; profesor en el Instituto Europeo de Florencia y en las universidades de Aix en Provence, Pau, Siena, Friburgo y Harvard, entre otras. Ha formado parte del Consejo Científico de Annuaire International de Justice Constitutionnelle y de la Academia Europea Cambrigde. Fue habitual colaborador de la Revista de Occidente. En su currículum figura una larga lista de distinciones: Doctor Honoris Causa por las universidades de Oviedo y Valladolid, la gran cruz de la Orden del Mérito Civil, la gran cruz de la Orden del Mérito Constitucional, la gran cruz de la Orden de Isabel la Católica, la gran cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio, la gran cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, la Medalla de Extremadura y de la Guardia Civil y el Premio Pelayo, prestigioso galardón que reconoce el trabajo de grandes juristas.

El maestro Rubio Llorente fue una persona sencilla, amable y de trato cercano. Ha sido uno de los sabios de nuestro tiempo o, como cita de forma más precisa en su necrológica el profesor Juan José Solozábal, “unas de las mentes más brillantes y capaces del pensamiento de nuestros días”. En la Fundación Ortega-Marañón siempre le recordaremos con gran admiración y gratitud. Nuestro más sentido pésame a su esposa, familia y amigos.

Fotografía de Archivo: el profesor Francisco Rubio Llorente durante una ponencia en la Biblioteca de la Fundación Ortega-Marañón.

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