La ciudad de Zamora celebró un homenaje a la figura de Gregorio Marañón Posadillo. La iniciativa fue promovida por la Diputación de Zamora, en colaboración con el Ayuntamiento de Zamora, la Junta de Castilla y León, la Fundación Caja Rural y la Fundación Ortega-Marañón.

El homenaje se ha desarrollado a través de un ciclo de conferencias y una mesa redonda en la que han participado ilustres historiadores y autoridades de la región: Alberto Castro Cañibano, delegado de la Junta de Castilla y León en Zamora; Fernando Martínez-Maillo, presidente de la Diputación Provincial de Zamora y Rosa Valdeón, alcaldesa de Zamora.

El broche final a este homenaje tuvo lugar este pasado miércoles con el descubrimiento de una placa conmemorativa de la conferencia que el Dr. Marañón impartió en Zamora, en la sede de Ilustre Colegio de Médicos. En este acto estuvieron presentes el presidente y vicepresidente de la Fundación Ortega-Marañón, José Varela Ortega y Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, respectivamente, además de las autoridades citadas.

Gregorio Marañón, médico, científico, historiador y uno de los intelectuales españoles más brillantes del siglo XX, mostró a lo largo de su vida una preocupación política por Zamora. Esta circunstancia le llevó a ser representante por esta ciudad en las Cortes Constituyentes de 1931. En esta etapa, consiguió que Manuel Azaña destinara nueve millones de pesetas no presupuestados inicialmente para el desarrollo del ferrocarril. También impulsó distintas propuestas para la conservación del patrimonio histórico de la región y para la declaración de Bien de Interés Nacional de la iglesia de la Magdalena, de la de Olivares o de la Catedral.

Humanista y liberal, el Dr. Marañón fue miembro en cinco de las ocho Reales Academias de España y gozó de prestigio social y profesional. Quienes le trataron, como es el caso del académico numerario de la Real Academia de Medicina de Salamanca, el profesor José Miguel Diego Gómez, presente en estas jornadas, destacan de él su enorme bondad: “Del doctor Marañón aprendí la importancia del trato humano, el saber respetar al otro y convertir el acto médico en un acto de amor”. Gregorio Marañón Posadillo perteneció a esa magnífica generación del 14, que dio intelectuales de la talla de José Ortega y Gasset, Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala, Gustavo Pittaluga, Manuel Azaña, Juan Ramón Jiménez y Ramón Gómez de la Serna, entre otros. 

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