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'Madrid Otra Mirada' en la Fundación Ortega-Marañón

El viernes 20 de octubre, la Fundación Ortega-Marañón acogió un diálogo con la participación del historiador Ximo Revert y la gestora cultural Gemma Carbó para conversar sobre patrimonio, historia y cultura, dentro del programa Madrid Otra Mirada (MOM), organizado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, en su undécima edición.

«Ahora vuelve a estar sobre la mesa el tema del patrimonio, desde los discursos de la agenda 2030, la ecología e incluso el feminismo. El cuidado no solo de todos los seres humanos, sino de todos los seres vivos«, reflexionaba Gemma Carbó. «Últimamente se plantean dos futuros radicales de lo rural, distópico u utópico. O desaparece o conservamos el paisaje». Gemma Carbó defiende que el museo debe ser ese espacio de debate y reflexión, para posibilitar que todas las miradas se encuentren, «porque la solución no está establecida y no es una única solución».


Para Ximo Revert, la clave está en que el patrimonio muchas veces no solo nos enriquece, sino que nos permite conseguir logros individuales y colectivos. «Hay que acceder a ese patrimonio y ver qué utilidades valiosas y relevantes nos pueden servir para crecer, querernos, inspirarnos, cuidarnos y conectar con nuestro entorno», añadía Revert. «Generar arraigo en las personas que conectan con él. Ser parte del camino. No solo contemplar y conocer el patrimonio, sino usarlo y transformarlo».

Madrid Otra Mirada en la Fundación Ortega-Marañón


En el turno de preguntas, Federico Buyolo, moderador del diálogo, planteó la reflexión de si podría ser posible romper el dilema entre la alta cultura y la cultura popular. «El patrimonio no es solamente para ver, sino que es conocimiento acumulado que nos lleva a entender el pasado y comprender el futuro», planteaba Buyolo.


«Son exactamente lo mismo y hay conexiones», respondía Revert, «por ejemplo, nos une más el hecho de cantar que el género que cantamos. Cultura y tecnología, Ciencia y Arte, al final son formas de acceder al conocimiento y hacerse preguntas».

«El patrimonio contribuye a capacidades universales», afirmaba Carbó. «Hasta que no integremos que son bienes comunes a nuestro alcance y sigamos pensando que son elementos que están colgados en un Museo, se genera una distancia que deberíamos romper».

«La bondad de estos bienes de patrimonio cultural es que son tesoros compartidos por la sociedad y cada uno de nosotros de manera personal u colectiva podemos extraer pensamientos, discursos, ideas. Ahí está la bondad del uso del patrimonio», concluía Revert. «Si la historia del arte se enseñara así, sonreiríamos un poco más».

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'Madrid Otra Mirada' en la Fundación Ortega-Marañón

El viernes 20 de octubre, la Fundación Ortega-Marañón acogió un diálogo con la participación del historiador Ximo Revert y la gestora cultural Gemma Carbó para conversar sobre patrimonio, historia y cultura, dentro del programa Madrid Otra Mirada (MOM), organizado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, en su undécima edición.

«Ahora vuelve a estar sobre la mesa el tema del patrimonio, desde los discursos de la agenda 2030, la ecología e incluso el feminismo. El cuidado no solo de todos los seres humanos, sino de todos los seres vivos«, reflexionaba Gemma Carbó. «Últimamente se plantean dos futuros radicales de lo rural, distópico u utópico. O desaparece o conservamos el paisaje». Gemma Carbó defiende que el museo debe ser ese espacio de debate y reflexión, para posibilitar que todas las miradas se encuentren, «porque la solución no está establecida y no es una única solución».


Para Ximo Revert, la clave está en que el patrimonio muchas veces no solo nos enriquece, sino que nos permite conseguir logros individuales y colectivos. «Hay que acceder a ese patrimonio y ver qué utilidades valiosas y relevantes nos pueden servir para crecer, querernos, inspirarnos, cuidarnos y conectar con nuestro entorno», añadía Revert. «Generar arraigo en las personas que conectan con él. Ser parte del camino. No solo contemplar y conocer el patrimonio, sino usarlo y transformarlo».

Madrid Otra Mirada en la Fundación Ortega-Marañón


En el turno de preguntas, Federico Buyolo, moderador del diálogo, planteó la reflexión de si podría ser posible romper el dilema entre la alta cultura y la cultura popular. «El patrimonio no es solamente para ver, sino que es conocimiento acumulado que nos lleva a entender el pasado y comprender el futuro», planteaba Buyolo.


«Son exactamente lo mismo y hay conexiones», respondía Revert, «por ejemplo, nos une más el hecho de cantar que el género que cantamos. Cultura y tecnología, Ciencia y Arte, al final son formas de acceder al conocimiento y hacerse preguntas».

«El patrimonio contribuye a capacidades universales», afirmaba Carbó. «Hasta que no integremos que son bienes comunes a nuestro alcance y sigamos pensando que son elementos que están colgados en un Museo, se genera una distancia que deberíamos romper».

«La bondad de estos bienes de patrimonio cultural es que son tesoros compartidos por la sociedad y cada uno de nosotros de manera personal u colectiva podemos extraer pensamientos, discursos, ideas. Ahí está la bondad del uso del patrimonio», concluía Revert. «Si la historia del arte se enseñara así, sonreiríamos un poco más».

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